Comisión Transfronteriza Juruá–Yurúa–Alto Tamaya lleva a la COP30 la fuerza política, cultural y espiritual de los pueblos del bosque

Belém (PA) — A lo largo de la Conferencia, del 10 al 18 de noviembre, la Comisión Transfronteriza Juruá–Yurúa–Alto Tamaya será protagonista de al menos cinco encuentros en distintos espacios — desde la Zona Azul hasta el Museo de las Amazonías, pasando por la COP del Pueblo, la Cumbre de los Pueblos y el Pabellón Belém+10. Las actividades sitúan los saberes y las prácticas de los pueblos de la frontera en el centro del debate climático mundial.

El territorio de actuación de la Comisión, entre Ucayali (Perú) y Acre (Brasil), abarca más de 3,5 millones de hectáreas de selva, donde viven 14 pueblos indígenas, distribuidos en 35 tierras indígenas y 8 áreas de conservación. Es una de las mayores concentraciones de diversidad biológica y cultural del planeta, con cinco nacientes y cuencas hidrográficas y 17 especies amenazadas de extinción.

Pero este también es un territorio en riesgo: invasiones, deforestación, carreteras ilegales, pesca y caza depredadoras, además de la violencia contra lideresas y líderes y la falta de políticas públicas eficaces, conforman un escenario alarmante.

Frente a esta realidad, la Comisión Transfronteriza Juruá–Yurúa–Alto Tamaya fue oficializada en 2021, después de años de movilización conjunta, consolidándose como un espacio de cooperación que une a organizaciones indígenas y otras organizaciones de la sociedad civil, junto con aliados como universidades, en torno a la protección de la sociobiodiversidad y los derechos de los pueblos originarios.

En palabras de Francisco Piyako, coordinador de la Organización de los Pueblos Indígenas del Río Juruá (OPIRJ): “El bosque se expande más allá del territorio físico y asume la condición de pensamiento. Cada palabra es un árbol, cada encuentro una rama que sostiene el todo.” Esa visión — en la que el bosque es tanto cuerpo como pensamiento — orienta la labor de la Comisión e inspira los diálogos que se llevarán a cabo en Belém.

Eventos en la COP30

Más que simples paneles, los eventos promovidos serán rituales de diálogo y escucha, abordando la conservación, la transición socioecológica, la espiritualidad de la tierra y la justicia climática.

Las actividades reafirman que las respuestas a la crisis climática no surgirán de las mismas lógicas de explotación que la provocaron, sino de alternativas de base, tejidas en los bosques, aldeas y comunidades — territorios donde los saberes ancestrales y la ciencia del cuidado se entrelazan.

Según Jamer Magno López Agustín, presidente de la Organización Regional Aidesep Ucayali (ORAU): “El espíritu de nuestra participación en este foro global es poder construir una agenda binacional que reafirme nuestra identidad, para estar mejor preparados en la defensa continua de nuestro territorio.” Más que denunciar las amenazas, la programación es una invitación a la esperanza y al reencantamiento del mundo, inspirada en las cosmologías que comprenden el bosque como una presencia viva, política y espiritual.

Para más información sobre la Comisión Transfronteriza, visite www.ctperubrasil.org o el Instagram @CTPeruBrasil.

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Reunión refuerza alianzas para la protección de las fronteras amazónicas entre Perú y Brasil